Divinas palabras Colección de Teatro, nº 106 Divinas palabras, considerada por su autor como “Tragicomedia de aldea” es una de las obras más conocidas de Valle-Inclán. Publicada en 1919, no representada hasta 1933, es un paso decisivo en su incorporación a la literatura de vanguardia del S. XX. Es la culminación de un ciclo mítico, con una estética muy cercana al esperpento, plena de situaciones de crueldad tratadas con humor y sarcasmo, uniendo lo trágico y lo grotesco. Escrita más para ser leída que representada –a pesar de lo cual se ha llevado a escena en veinte países–, transcurre en una Galicia rural detenida en el tiempo, llena de desvalidos, mendigos, romeros, tontos, borrachos y señoritos, en los que se muestra lo peor de la condición humana. La acción gira alrededor de la familia de Pedro Gailo, sacristán, casado con Mari Gaila. La hermana de Pedro Gailo muere, dejando al hijo, Laureaniño el Idiota, enano hidrocéfalo expuesto en las ferias por sus familiares para conseguir dinero. Se lo disputan la hermana de la difunta, Marica, y los Gailos. Cuando Mari Gaila se va con su amante Séptimo Miau, un grupo de gente emborracha al enano hasta matarle, desencadenando los acontecimientos dramáticos. La muerte, la avaricia y la lujuria recorren esta obra para hacer un retrato de la moribunda España que ya retratara Goya. |
(Villanueva de Arosa, 1866 - Santiago de Compostela, 1936) Novelista, autor dramático, cuentista, ensayista y periodista. Fue un modernista de primera hora que satirizó con amargura la decadente sociedad española de su época. En Ediciones Irreverentes han aparecido dos de sus obras más emblemáticas: Divinas palabras y Luces de Bohemia. Es autor de obras teatrales como El marqués de Bradomín. Coloquios románticos, Romance de lobos, Cara de plata, Farsa y licencia de la reina castiza, Voces de gesta, Los cuernos de don Friolera, y Tablado de marionetas para educación de príncipes entre otras. Es el creador del Esperpento, género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula. Entre su obra narrativa destacan Las Sonatas (otoño, estío, primavera, invierno), Flor de Santidad, Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera, Gerifaltes de antaño, Tirano Banderas, Estampas isabelinas, La corte de los milagros, ¡Viva mi dueño!, Baza de espadas, y la serie El ruedo Ibérico. Profesó un auténtico culto a la literatura, por la que sacrificó todo, llevando una vida bohemia, de pobreza.