La ciénaga Colección Teatro, 61 Hurón, un feriante, y Migra, un policía de fronteras, se encuentran en La ciénaga, un charco inmenso repleto de funestos presagios. Hurón se ha acercado a rezar por un hermano que perdió en aquellos parajes. Migra ha acudido para controlar de cerca los vaivenes de los turbios asuntos que se trae entre manos y que tienen que ver con el tráfico de personas, con la explotación de los emigrantes y con el rechazo de los refugiados. Los acontecimientos nos hacen descubrir la relación entre la desaparición del hermano de Hurón y los negocios de Migra. Nadie se salva en la frontera. Afirma en el prólogo Raúl Cortés: "Retrato de nuestro tiempo, La ciénaga es estupor y es lamento, dolor ante la incomprensible herida sangrante del otro, del desterrado, del extranjero. Es una incómoda y necesaria pregunta. Urge hoy un teatro valiente, como La ciénaga, y autores arrojados, como Antonio Miguel Morales, capaces de abismarse en los vacíos que han dejado la fi losofía, el propio arte e incluso, la religión -profundidades a las que rehúye gran parte del teatro actual- para atravesar las brumas y llegar allí donde la creación se hace zozobra." Junto a La ciénaga, en el interior de un cortijo, María Selva, embarazada, espera la llegada de El extranjero. Mientras tanto, en las proximidades, se celebra una verbena con charanga, noria, algodones de azúcar y buñuelos de chocolate. |
Licenciado en Filología Hispánica,
actualmente cursa un Máster en Estudios Avanzados de Teatro.
Se halla inmerso en un trabajo de investigación sobre la memoria
histórica en el teatro español contemporáneo. Es
profesor de Lengua y Literatura españolas en Morón de
la Frontera (Sevilla)
Ha publicado el poemario Olivarium, y la obra de teatro infantil
Un mar de cuento, llevada a la escena en varias ocasiones. Su
obra Sulpicius quedó finalista del certamen andaluz de
teatro Romero Esteo. El último tren de Carmen logró
un accésit en el Certamen de Relatos para la Igualdad. Colabora
como dramaturgo con Almazara y Trasto Teatro.