EL JUGLAR DEL CID Colección Teatro, 12 Como señala Fernando García
de Cortázar en su prólogo, «Pedro Manuel Víllora
ha imaginado un cantor que acompaña al Cid en sus andanzas
y anota las aventuras del guerrero castellano; un juglar medio
hebreo, medio árabe, medio cristiano y medio actor que
sabe todas las palabras y todos los relatos del mundo; un ser
mítico que canta todo lo que ha sido, todo lo que es y
todo lo que será, y que, al seguir a Rodrigo Díaz
de Vivar y popularizar sus hazañas, hace que aquello que
fue una vez vuelva a ser, infi nitamente. Si cerramos los ojos,
podemos verlo siguiendo a los guerreros en sus briosos caballos,
corriendo por los campos, teniendo fi eros encuentros
Y
aunque no todo es verdad en lo que relata este juglar, en su canto
queda el pulso guerrero del Cid, el paso sonoro de los días
que motivaron el poema, su fi gura ejemplar, sus palabras como
valiosas monedas, y esa decisión de vencer que conduce,
sereno, al guerrero contra los enemigos
allí donde
habitan los héroes de leyenda». |
(La Roda de Albacete, 1968). Ha sido profesor
de Teoría de la Literatura en la Universidad Complutense y de
Teoría Teatral en la Real Escuela Superior de Arte Dramático,
de la que es vicedirector. Algunas de sus obras son La misma historia
(accésit Premio Lope de Vega), Las cosas persas (Premio Rojas
Zorrilla), Amado mío o la emoción artificial (Premio Ciudad
de Alcorcón), El eclipse de un dios, Bésame macho (Premio
Nacional de Teatro Calderón de la Barca), La noche de mamá
(Premio Santa Cruz de la Palma), Electra en Oma (Premio Beckett), Tres
mujeres públicas y Asma de copla. Ha publicado libros de narrativa
(Por el amor de Ladis), poesía (Aprendizaje de la mezquindad,
Premio Sial) y cine (Juegos de cine), además de las memorias
de Sara Montiel (Vivir es un placer), María Luisa Merlo (Más
allá del teatro) e Imperio Argentina (Malena Clara).
Foto de la representación de la obra