
"Manuscrito encontrado en Zaragoza", comedia mágica
de Francisco Nieva, es una versión libre de la novela homónima
escrita por el conde polaco Jan Potocki. Esta novela, una de las grandes
principales joyas de la literatura fantástica de todos los tiempos,
fue conocida por Francisco Nieva en París, gracias a la versión
incompleta que de la misma publicó Roger Caillois. Nieva quedó
impresionado por la belleza de la obra, como queda recogido en sus memorias:
"libro apasionante, libro involucrante, libro mágico, árbol
frondoso de aventuras, sazonado por el misterio, el amor, la muerte
y el diablo en una España del siglo XVIII, con majos, inquisidores,
marquesas y endemoniados".
Tan a fuego quedó grabado en su memoria el paisaje que rodeaba
a Venta Quemada, tal impresión causó la magia y el malditismo
de la obra a Francisco Nieva, que en 1988 se volcó en la escritura
de la obra, con el extraordinario resultado que ahora por primera vez
se puede leer como libro independiente y con los dibujos del propio
autor. De la exquisitez de la obra ya saben quienes gozaron de su puesta
en escena en el Centro Dramático Nacional.

Francisco Nieva
Francisco Nieva nace en Valdepeñas, en 1924. Marcha a París
en 1945, donde estudia, trabaja como pintor y dibujante y se relaciona
con los movimientos de vanguardia y con autores como Ionesco, Beckett
y Adamov. En 1956 lleva a cabo su primer trabajo importante como escenógrafo,
al crear los decorados de "La place royal", para el teatro
Nacional de París". 1963 será un año importante
para Nieva; vive temporalmente en Venecia, donde conoce el teatro experimental
del "Living Theatre" y recibe el premio Polignac ex-aequo
con Yehudi Menuhim y Nadia Boulanger. En España colabora con
José Luis Alonso y Adolfo Marsillach. Viaja por Europa y trabaja
en Alemania con Felseinsten.
No publicará su primera obra, "Es bueno no tener cabeza",
hasta 1971. Posteriormente aparecen títulos como "Tórtola,
crepúsculo y
telón", "Pelo de tormenta",
"Coronada y el toro" y "Teatro furioso" y "Teatro
de farsa y calamidad". En 1976 triunfa con la obra "Sombra
y quimera de Larra". Un año después vuelve el éxito
con "La paz", versión grotesca de la comedia de Aristófanes.
En 1980 recibe el Premio Nacional de Teatro por la adaptación
de la obra de Miguel de Cervantes "Los baños de Argel".
En 1986 es elegido miembro de la Real Academia de la Lengua Española.
Conquista celebridad con obras como "El baile de los ardientes"
y "Los españoles bajo tierra".
Su versión de "Manuscrito encontrado en Zaragoza",
una de sus cumbres como autor, le proporciona el Premio Nacional de
Literatura Dramática, premio que recibe el mismo año que
el Príncipe de Asturias. En 1996 recibe la Medalla de Oro de
las Bellas Artes.
Entre sus novelas cabe destacar títulos como "Granada de
las mil noches", "La llama vestida de negro" y "Carne
de Murciélago". En 2002 publicó sus memorias, "Las
cosas como fueron. Memorias". Algunas de sus obras más destacadas
de los últimos tiempos son "Te quiero, zorra", "Corazón
de arpía", "El baile de los ardientes" y "Pelo
de tormenta".

Jan Potocki
El autor de la novela "Manuscrito encontrado en Zaragoza"
es el conde Potocki (1761-1815), polaco, de padre austríaco,
aunque educado en francés, la lengua considerada "culta"
en la época. Militar, perteneciente al ejército austro-húngaro
como lugarteniente de artillería, viajó a España
por primera vez bajo el reinado de Carlos III. Potocki quedó
subyugado por la España de bandoleros, contrabandistas, gitanos,
mendigos y leyendas de moros ocultos en las serranías y de tesoros
escondidos durante siglos. Quedó prendado, como le sucede a Davillier,
a Gautier, a Irving, a Gerald Brenan, de Andalucía y a esta región
le dedicó la mayor de sus obras y una de las principales novelas
del Siglo XVIII.
Potocki fue infatigable viajero que conoció Rusia, Italia, Túnez,
Malta, España, Hungría, Egipto, el Cáucaso, Turquía,
Suiza, Marruecos, Francia -ciudad a la que va a vivir al casarse- Holanda
y Serbia, entre otros países.
Ante los vaivenes políticos de la época y la censura,
Potocki instaló en su palacio una imprenta en la que editó
cuantos escritos políticos no habían encontrado impresor,
además de su "Viaje a Turquía y Egipto", su
"Ensayo sobre la Historia Universal" y las "Investigacines
sobre la historia de Sarmatie". Participó en varias guerras,
hizo prospecciones arqueológicas, fue retratado por Francisco
de Goya, montó en globo, creó un club político,
fue elegido consejero privado del zar Alejandro I, creó un periódico,
fue perseguido por motivos políticos, llevó una vida intensa
como pocas personas han logrado y empezó su derrumbe personal
con la separación de su esposa y la devolución de parte
de la dote recibida. Contrae deudas, sus trabajos eruditos son atacados,
la censura persigue sus trabajos de creación, y harto ya de la
vida, enfermo, cansado, arruinado, se suicida en su biblioteca el 20
de noviembre de 1815 disparándose una bala de plata que había
pulido cuidadosamente durante los últimos meses de su vida.
Como la principal de sus obras dejó este "Manuscrito encontrado
en Zaragoza" del que Francisco Nieva bebe para hacer su comedia
mágica.
"Manuscrito encontrado en Zaragoza"
En su origen es una novela mágica, laberíntica, escrita
al modo de los decamerones, que supuestamente es el texto de un manuscrito
encontrado por un oficial francés en Zaragoza que narra las peripecias
del caballero hispano tudesco Alfonso Van Worden, de la Guardia Valona,
al servicio de Felipe V.
Nieva se centra en la pasión de las hermanas moriscas Emina y
Zibedea -hijas de Gasir Gomelez, tío del rey de Túnez-
por Alfonso Van Worden. Según el propio Nieva, pretendía
"trasladar a la escena el clima misterioso y perverso que se impone
al principio del libro. (
) Al escribirla fue como si despertaran
muchos sueños de adolescente, turbios y encantadores sueños,
sueños de transgresión y de trato placentero y culpable
con el diablo". Nieva se propone hacer un teatro de magia o de
"linterna mágica" que atrape al lector en la sensualidad
y el pecado, que transmita el estado de inquietud y congoja ante el
miedo a la venganza del Islam.
Amor, magia y muerte son los ingredientes de esta obra llena de calor,
exotismo y transgresión.
Miguel Angel de Rus (Prólogo al libro de Francisco Nieva, Manuscrito
encontrado en Zaragoza)