
Nadie duda que el sistema educativo español
está en crisis. Se denuncia que en la última década
la presencia de alumnos inmigrantes se ha multiplicado por 9, según
los datos del Secretario General de Educación de España,
y que el paso de 60.000 a 550.000 alumnos extranjeros en sólo
10 años ha supuesto una importante bajada de nivel en el sistema
educativo español. Eso podemos certificarlo quienes tenemos hijos
en edad escolar y hemos escuchado a los profesores decirnos que más
de la mitad de los alumnos no tienen la capacidad mínima exigible
de lectura. No menos criticado es el localismo paleto del sistema educativo
actual, por el cual los niños conocen la historia de su comarca
y desconocen datos fundamentales de España, de Europa y del mundo.
José Antonio Rey, profesor de Instituto durante casi dos décadas
en Galicia, Melilla, Córdoba y Cádiz ha publicado una
novela satírica sobre la educación en España que
recuerda los más alocados libros de Tom Sharpe y que dejan a
"Wilt" como un santo. El libro se titula "Un instituto
con vistas", y en él describe en forma novelada sus experiencias
personales en institutos de las comunidades autónomas de Andalucía
y Galicia y de Melilla. Sin trabas ni censuras describe las animaladas
de los adolescentes en las clases, cómo los fracasos personales
y profesionales de los profesores recaen sobre los alumnos (especial
acidez la que muestra con las profesoras feministas radicales, que transmiten
el odio al hombre a sus alumnas), estudiantes con tendencias naturales
a la prostitución, alumnos brillantes que son masacrados por
sus compañeros más incapaces, profesores obsesionados
por las jovencitas, padres que procrean pero que son incapaces de educar
mínimamente a sus hijos e incluso un profesor que explica en
clase a qué velocidad vuelan los ángeles, y el autor jura
que también este caso es completamente cierto.
En "Un Instituto con vistas" encontramos muchos paralelismos
con el sistema educativo inglés que desnuda Tom Sharpe en sus
novelas, lo cual es grave, porque Inglaterra está en la actualidad
a la cola de Europa en educación. Afirma el autor que el libro
se vende mucho porque todos los protagonistas son conocidos y que en
Lugo, donde trabaja en la actualidad, le paran por la calle para preguntarle
nombres. A ver si la ministra de Educación puede llamarle para
que le relate su experiencia.