REPORTAJES: novela negra


REPORTAJES: novela negra

novela negra

novela negra

Afirma una conocida página de Internet que "La novela negra es, como la definió Rymond Chandler" en su libro El simple arte de matar, la novela del mundo profesional del crimen. Debe su nombre a dos factores: a que originalmente fue publicada en la revista Black Mask de Estados Unidos y en la colección Série Noire francesa, así como a los ambientes "oscuros" que logra. El término se asocia a un tipo de novela policíaca en la que la resolución del misterio no es el objetivo principal; que es habitualmente muy violenta y las divisiones entre el bien y el mal están bastante difuminadas. La mayor parte de sus protagonistas son individuos derrotados, en decadencia, que buscan encontrar la verdad (o por lo menos algún atisbo de ella)."

El origen de la negra
Hay autores que llevan los orígenes de la novela negra al Siglo XIX y mencionan a Wilkie Collins y Poe como padres de los primeros relatos negros.

Este tipo de relato, según la anterior fuentee presenta una atmósfera asfixiante, miedo, violencia, falta de justicia, corrupción del poder e inseguridad. Nace en las primeras décadas del siglo XX en EEUU, como una variante de las historias policíacas, y difundida en revistas. La novela negra agrega la violencia a las características del genero policíaco. Los crímenes se basan en las debilidades humanas como la rabia, ansias de poder, envidia, odio, avaricia, pasiones, etc. Por esta razón aparece un lenguaje más crudo, donde se le da más importancia a la acción que al análisis del crimen. En este tipo de relato importa más la descripción de la sociedad donde nacen los criminales y la reflexión sobre el deterioro ético.

La piedra lunar, de Wilkie Collins, es una novela policíaca escrita en el año 1868, pocos años después de que Edgar Allan Poe inaugurara el género policial con Los crímenes de la calle Morgue. Collins fue pionero de la novela negra europea, con la creación del sargento Cuff, el primer detective de la literatura británica.

Según el Foro Abierto de Novela Negra "Hay quienes sostienen que la novela policial remite a un primer esbozo de sus elementos característicos ya en la Grecia clásica, puntualmente en el drama trágico de Sófocles Edipo Rey. Tal consideración se constituye quizás como una lectura un tanto forzada del clásico griego, pues la historia al no guardar ningún elemento de misterio hacia el espectador, carece de un elemento clave para cualquier relato policíaco (pues siempre sabemos que el asesino de Layo no es otro que el mismo Edipo). Más que de la tragedia griega, la convención histórica apunta a que la novela policial se nutre del popular género de aventuras del siglo XIX. Relatos orientados a un público juvenil, en donde el misterio y la astucia de sus protagonistas, desplazan a la tradicional fuerza y rapidez de los héroes clásicos. Ahora bien, aunque es cierto que el género de aventuras y el policial guardan aquellos puntos en común, ambos presentan una diferencia fundamental en lo que a estructura narrativa se refiere. Pues mientras en el relato de aventuras la narración sigue el orden de los acontecimientos desde un antes a un después, el policial se ciñe a un "orden de exploración", es decir, parte de un acontecimiento que es un desenlace y se remonta desde aquel hasta el primer hecho, el que precipitó la acción. La novela policial es por lo tanto un relato consagrado a un descubrimiento metódico y gradual, el cual busca establecer por medios lógico-racionales las circunstancias exactas en que un acontecimiento efectivamente se realizó. Misterio y aventura serán entonces la marca distintiva de aquellas primeras y populares narraciones; las cuales serán publicadas por entregas en los folletines, periódicos de bajo precio que circulaban con gran éxito por las calles de las grandes ciudades europeas, y que el teórico alemán Walter Benjamin asocia a la entrada de la lógica capitalista al ámbito literario, lo cual da pie para el nacimiento del negocio editorial y este tipo de comercialización. El paso definitivo a una narración propiamente policial, como todos lo saben, se da gracias al cuento de Edgar Allan Poe Los crímenes de la calle Morgue. Un oscuro y fantasioso relato con el cual el autor norteamericano configura las bases del género, y de paso, gracias a la irrupción del brillante y enigmático Auguste Dupin, al personaje arquetípico que coronará tales historias: el detective."

Es una buena propuesta. Lo cierto es que el género negro experimenta un cambio radical gracias a las aportaciones de escritores como Chester Himes, Boris Vian, Dashiell Hammet o Raymon Chandler, sin olvidar a Patricia Highsmith o a Donna Leon, y le llega un último aporte vivificante gracias a los autores nórdicos, principalmente el best seller Stieg Larsson, Camilla Läckberg, Henning Mankell, Arnaldur Indridason o Jo Nesbø, entre otros.

Negra en español
Como afirma en Espacio Latino Germán Cáceres, "En 1965, Francisco García Pavón creó un personaje de gran resonancia popular en España: Plinio, el jefe la Guardia Municipal de Tomelloso. Las novelas de este singular investigador testimonian el curso histórico y las costumbres de su país en los años sesenta y setenta. Otros grandes valores del género en España son Manuel Vázquez Montalbán, Andreu Martín, Jorge Martínez Reverte, Eduardo Mendoza y Juan Madrid. Su colección de cuentos breves Jungla, que fueron inspirados por su trabajo como reportero de noticias policiales en "Cambio 16", a decir de Andreu Martín es "la pincelada de poesía sobre el estiércol" (...) "Es un vistazo indiscreto, imprudente, a ese rincón negro y apestoso que normalmente preferimos ignorar". Tres de sus textos fueron llevadas al cine, y acaba de debutar como director con la película Tánger, basada en una novela homónima." Y sobre la negra en Hispanoamérica, aporta "·Entre los iniciadores de esta corriente está Paco Ignacio Taibo II, escritor nacido en Gijón, que vive en México y cuya nacionalidad posee. Una de sus principales novelas es Sombra de la sombra, de 1986, cuya continuación, Retornamos como sombras, apareció en 2003. El autor opina que la idea de la novela negra es representar "la sociedad del espectáculo subvertida, la gran novela de aventuras con toda la tradición decimonónica que viene de Víctor Hugo y compañía". El argentino Osvaldo Soriano fue uno de los iniciadores de esta vertiente con su novela Triste, solitario y final, de 1973. También pueden citarse las pioneras obras de no ficción de Rodolfo Walsh, como Operación Masacre (1957), ¿Quién mató a Rosendo?(1969) y El caso Satanowsky (1973) En la Argentina hay una importante tradición en el género policial, empezando por Borges, Bioy Casares y Manuel Peyrou, que está vinculada a la novela de misterio. Escritores contemporáneos como Juan Sasturain, Sergio Sinay, José Pablo Feinmann y Miguel Bonasso abordan una escritura y una temática muy cercanas al neopolicial hispanoamericano. El cubano Leonardo Padura, que publica su obra en España, es uno de los más altos exponentes del neopolicial, y su tetralogía Las cuatro estaciones registra a través de un reflexivo y crítico prisma la vida cotidiana de su país, sin ahorrar comentarios acervos y lapidarios sobre la corrupción vigente en esa sociedad. Su antihéroe, el policía Mario Conde, un personaje humano y tierno, es también un solitario y un perdedor incorregible, perfil habitual en los investigadores de la novela negra."

Se podrían dar más datos acerca de los distintos autores hispanos que se dedican a crear novela negra en español, pero la lista sería excesiva.

Negra e Irreverente
Ediciones Irreverentes se ha dedicado desde sus orígenes a la Gran Literatura, sin entrar habitualmente en los géneros, pero sí ha dedicado un gran espacio a la novela negra. En Ediciones Irreverentes se han publicado novelas como El recodo del río, de Pedro Amorós; Buena Jera, de Manuel Vidal; Entre animales y La gasolinera de colores, de José Manuel Fernández Argüelles; Un preso que hablaba de Stanislavski, de Santiago García Tirado; Donde no llegan los sueños, de Miguel Angel de Rus; Bruxaria, de Jesús Gaspar; ¿Quién mató a mi madre? De Edgar Borges; La noche marcada, de Juan Antonio Bueno Álvarez; La isla inútil, de Horacio Vázquez-Rial; El extraño Predicador, de Fabricio de Potestad y La muerte tenía figura de mujer hermosa, de Andrés Fornells.

Asimismo, Ediciones Irreverentes ha editado cuatro antologías de relatos negros que han tenido una gran acogida; Cuatro negras, con Fernando Savater, José Enrique Canabal, Horacio Vázquez-Rial y Miguel Angel de Rus, y las recientes "Antología del relato negro I, II y III" en las que aparecen los más novedosos autores de España y América junto a escritores consagrados como Antonio Gómez Rufo, Horacio Vázquez-Rial, Anatole France, Poe, H. P. Lovecraft, Arthur Conan Doyle, Marcel Schwob, Ambrose Bierce y Wilkie Collins.
En todos los casos se han buscado relatos que vayan más allá del género negro en su sentido más estricto, y se ha pedido a los autores que rebasen en la medida de los posible los límites del género, buscando formas híbridas que puedan resultar enriquecedoras.

Así opinan los autores

¿El genero negro empieza con Wilkie Collins, Poe, el Pulp norteamericano o con grande novelas más modernas como El sueño eterno?
Carlos Augusto Casas (CAC): Es algo tan grande que todos han contribuido. Evidentemente el padre puede ser Collins, pero la influencia de Poe o de la estética pulp son también rasgos del género.

Andrés Fornells (AF): Para mí, sin la menor duda, con Poe empieza el género negro. Poe creó empleando el misterio con extraordinaria maestría el núcleo principal, obligatorio, pues sin el misterio el género negro no existiría.

Dinos un máximo de 5 autores no españoles que haya que leer en novela negra y por qué.
(CAC): James Ellroy, simplemente porque es el mejor. John Connolly, para sentir que ahí fuera hay algo negro y malo esperándonos. Ian Rankin, crimenes, mal tiempo, mala comida, pero buena cerveza, Escocia de la mano del inspector Rebus. Jo Nesvo, Un nórdico que escribe como un norteamericano. Henning Mankell, para conocer al inspector Walander y desmitificar a la sociedad sueca.

(AF): Para mí los mejores escritores de novela negra de todos los tiempos han sido norteamericanos. Y a la cabeza de todos ellos Raymond Chandler y Dashiel Hammet. Ambos describían unos personajes llenos de fuerza y credibilidad, duros con los tipos peligrosos y tiernos y caballerosos con las mujeres. Raymond Chandler, debido a haber ejercido varios oficios tenía un amplio conocimiento de las personas, su forma de pensar y sentir. Y a la hora de escribir fue primordial para él haber sido periodista pues este conocimiento le permitía escribir con fluidez, precisión y parquedad. Por otra parte, su experiencia en la guerra le había permitido tener un conocimiento directo con la muerte, el dolor humano y las armas. Por su parte, Dashiel Hammet, que llevó una existencia llena de complicaciones, desdichas y altibajos, nos mostró con toda crudeza y veracidad los vicios y las ambiciones de la sociedad capitalista en la que el dinero y el poder, eran las metas a alcanzar a cualquier precio. Los héroes de sus novelas son cínicos, escépticos y propensos, a menudo, a demostrarles a los buenos, a los débiles, a los perdedores, comprensión y tolerancia. El cine los dio a estos dos grandes autores dinero y fama y a mucha gente la oportunidad de conocer, gracias al séptimo arte, su notable obra literaria. Escritores norteamericanos actuales de novela negra hay un buen número, pero nombraré únicamente a tres que creo destacan sobre los demás. Son Jerome Charyn, Joe Cores y Donald Weslake. Por un par de libros que he leído de cada uno de ellos he sacado la conclusión de que experimentan con el lenguaje, la estética y la problemática social. Y cuentan historias que están sucediendo hoy, intentando alejarse de los escritores consagrados del pasado, sin renunciar por ello a todo lo que han podido aprender de ellos.

¿El culpable del resurgimiento del género es Stieg Larsson y sus hombres que no amaban a las mujeres?
(CAC): No, quizás en nuestro país sí porque ha logrado que gente que nunca había leído negro se comprara el libro. Pero el fenómeno es mundial. Si hay que echarle la culpa a un sueco, yo se la echaría a Henning Mankell.

(AF): Algo sí creo que Stieg Larsson ha podido ayudar a resurgir, el género negro, pues el enorme tirón que han tenido sus novelas (quizás exageradamente valoradas por el mercado editorial) ha motivado que a más gente se le despertase el interés por este tipo de literatura, el cual, siendo absolutamente realistas podemos decir que ha disfrutado siempre de un gran número de fieles adeptos, y seguirá contando con numerosos lectores una vez olvidados muchos de los escritores que el interés mercantil ha colocado hoy día en la cúspide de la fama y el dinero

¿Qué sé puede decir del género negro español cuando ha sido Vázquez Montalbán su principal motor?
(CAC): En España siempre había sido un género despreciado, por popular. Aquí todo lo que guste a mucha gente, lo que tiene éxito, es forzosamente malo. Por lo menos, Con Montalbán se empezó a respetar un poco el género. Lo malo es que allí se quedó.

(AF): A Vázquez Montalbán la fama le acompañó merecidamente pues revolucionó en su momento la novela negra española y le dio gran popularidad al ser llevadas al cine varias de sus novelas. Aunque Vaque Montalbán es el más conocido de los escritores del género negro, hay un gran número de autores de extraordinaria valía como son: Andreu Martin, Juan Madrid, Eduardo Mendoza, Jorge Martínez Reverte y un largo etc.

¿Tienen un sentido las antologías de relato negro que hace Ediciones Irreverentes, sirven para algo?
(CAC): Sirven para dar a conocer nuevos autores y para poder comparar cómo ha evolucionado el género desde los clásicos hasta ahora. Las tres antologías de relato negro de Ediciones irreverentes son extraordinarias. Los libros siempre sirven, aunque sea para igualar las patas de una mesa.

(AF): Las antologías de Relato Negro que está publicando Ediciones Irreverentes sirve para dar a conocer al público amante de este género un grupo de escritores (conocidos y desconocidos), tanto españoles como hispanoamericanos, que aportando cada uno de ellos sus estilos y experiencias ofrecen una notable variedad de historias diferentes, variedad en la que radica el principal mérito y el interés que aporta este tipo de recopilación de relatos. Y debido a la gran aceptación que ha tenido entre los lectores del género negro las dos antologías ya publicadas, Ediciones Irreverentes está a punto de presentar la Antología del relato negro III, que será tan buena o mejor que las anteriores.

¿Se puede hablar de novela negra en español en la actualidad?
(CAC): No, hay algunos autores que intentan aprovechar el momento para cambiar de género y escribir amagos de novelas negras, y se quedan en eso. El ejemplo más claro de que no existe novela negra española es la reedición de clásicos como Juan Madrid.

(AF): Por supuesto y cada día más. Especialmente porque la novela negra española actual toca temas que nos son muy próximos, cotidianos, conocidos, lo cual no ocurre con la novela negra extranjera con costumbres y mentalidades que, a menudo, nos son ajenas, e incluso puede que incomprensibles. En mi opinión, muchos de nuestros mejores escritores, si los españoles les concediéramos el merito que por tenerlo merecen, sus obras superarían en venta a las de bastantes afamados autores extranjeros.


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