Ediciones Irreverentes editó su primer
libro en abril de 1999, hace ya 10 años. Fue Seres reales, seres
imaginarios, un libro de relatos que reunió a Miguel Angel de
Rus, Antonio López del Moral, Jordi Sabaté, Juan Pedro
Molina y José Luis Cantalejo.
La editorial nació del encuentro de dos escritores, Miguel Angel
de Rus y Antonio López del Moral y de un editor de revistas,
Jesús Rodríguez Lenin. Pretendía plasmar en literatura
los postulados de un movimiento generacional denominado Generación
Irreverente.
A raíz de la publicación de Cuentos Irreverentes, el primer
libro de Miguel Angel de Rus, un grupo de autores plásticos autodenominado
Generación Irreverente decidió crear obras inspiradas
en sus relatos. Pintores, escultores, fotógrafos y autores de
grabados crearon obras basadas en estos Cuentos Irreverentes y las expusieron
en Madrid, Santander y Sevilla. Este proceso se repitió con la
publicación de Europa se hunde, del mismo autor, y de Novela
de Ordenador, de Antonio López del Moral, con exposiciones en
Madrid y Santander. Los principios de esta Generación eran del
tipo "La prisa mata", "¿Somos Europeos?",
"Despreciarás la opinión de la multitud sobre todas
las cosas y amarás a tu obra como a ti mismo", etc. Aseguraban
que Kandinsky, Gainsbourg, y otros popes de la cultura están
vivos. Cosas de juventud
Juan Pedro Molina, Antonio López del Moral, Miguel Angel de Rus, Jordi Sabaté y José Luis Cantalejo
Antonio Gómez Rufo, Miguel Angel de Rus y Luis García Berlanga. Premio Ciudad Ducal de Loeches
En este proceso de fichaje de grandes figuras,
Vera Kukharava cedió el cargo de Editor a Miguel Angel de Rus
y pasó a ser directora comercial.
Al mismo tiempo Ediciones Irreverentes se convertía en una de
las dos mejores editoriales españolas en una función importantísima:
el descubrimiento de nuevos escritores. Finalistas de los premios más
importantes -nunca publicados- autores malditos
los madrileños
Antonio López del Moral, Rafael Domínguez Molinos, Sasi
Alami, Francisco Legaz, Raúl Hernández Garrido, Juan Pedro
Molina y Antonio López Alonso, el mexicano Juan Patricio Lombera,
los gallegos José Antonio Rey, Miguel Gómez Yebra y José
Enrique Canabal, los levantinos Isabel María Abellán y
Santiago García Tirado, los andaluces Alberto Castellón
y José Melero, la ibicenca Carmen Matutes, los asturianos José
Manuel Fernández Argüelles y Pedro Antonio Curto, el santanderino
Álvaro Díaz Escobedo, el venezolano Edgar Borges, el mexicano
Herminio Martínez y el colombiano Nelson Verástegui, son
algunos de estos descubrimientos que dan verdadera importancia al trabajo
de Ediciones Irreverentes. Que lo hemos hecho bien lo demuestra el hecho
de que varios de los autores que hemos descubierto nos los han quitado
las editoriales más grandes del país. No pasa nada; ya
volverán pidiendo perdón.
José Luis Alonso de Santos, Miguel Angel de Rus, Juan Manuel González, José Enrique Canabal
y Luis Alebrto de Cuenca, en la presentación de cuatro libros
Juan Antonio Bueno Álvarez, Miguel Angel de Rus, José Luis Alonso de Santos y Antonio Gómez Rufo.
Presentación del periódico literario Irreverentes
Antonio López del Moral -hay que ver
qué bien escribe el muy cabrón- afirmó del editor
de Ediciones Irreverentes, Miguel Angel de Rus: "Escribí
de Cuentos Irreverentes que era uno de los mejores libros desde la guerra
civil. Mea Culpa. Yo soy, pues, uno de los insensatos responsables de
que este individuo se haya convertido, además de en el principal
editor de borrachos, drogadictos y desahuciados, en un fino y mordaz
cronista de la realidad, un novelista original y reconocido, y un estilista
finalmente, ironías de la vida, entre Juvenal y Quevedo."
López del Moral ha definido, pues, Ediciones Irreverentes; una
editorial que tiene el alma entre Juvenal y Quevedo, pero también
entre Villiers y Valle Inclán, entre Boris Vian y Chester Himes,
entre Potocki y Choderlos de Laclos, entre Edmond Rostand y Apollinaire,
pero con un toque de futuro, del próximo siglo, si es que llegamos,
con un aire dandy que a algunos les resulta molesto, porque no está
bien visto ponerse la chaqueta, la corbata y un armagnac para ir a la
trinchera, a hacer la guerra todos los días.
La guerra ¿contra quien? Contra ELLOS, ¿es que no han
quedado claro en estas líneas?
Y ahora, celebramos nuestros diez primeros años; con los dos
cojones del alma, una máquina de escribir, libros desparramados
sobre el escritorio y la copa de armagnac al lado. En el camino han
muerto amigos queridos, Paco Umbral, Juan Manuel González, y
maestros que editaron con Irreverentes, como Monterroso; les echaremos
de menos en las fiestas que vamos hacer; y a Edmond Dantés y
a Cyrano de Bergerac, que esos sí eran hombres. De los demás
no echaremos de falta a nadie, porque estarán quienes quieran.
Los que no quieran estar, que sigan dando vueltas por el planeta. Hay
quien prefiere el muslo de pato asado, y hay quien se decanta por el
plato de callos con salsa lleno hasta el borde. A cada cual lo suyo.
Si toman una copa de champagne por nosotros, por favor, que sea brut
nature.
Lourdes Ortiz, Miguel Angel de Rus y Joaquín Leguina, presentación de Donde no llegan los sueños
Primera fiesta literaria Irreverente