
La raza de los malditos
Autor: Marcel Proust
(Narrativa, 28)
10 euros - 96 páginas
ISBN: 978-84-96115-24-0
La raza de los malditos es una
antología de textos de Marcel Proust que tienen como nexo de
unión dos temas centrales: la homosexualidad y las relaciones
con la madre.
Sin los salones lujosos, sin la homosexualidad masculina, sin el lesbianismo,
sin las muchachas en flor amadas en la lejanía, en el recuerdo,
en su intangibilidad, sin la omnipresencia de la madre, sin los bailes
de la nobleza, no hubiera existido Marcel Proust, (1871-1922) el escritor
que le dio el pistoletazo en la sien a la novela decimonónica
para dar por inaugurada la novela del S.XX. En los relatos recogidos
en La raza de los malditos se encuentra su explicación
de la homosexualidad masculina, del lesbianismo, la extraña relación
con su madre, tótem sagrado y burlón sin cuya presencia
hubiera sido incapaz incluso de pedir el té a la servidumbre,
y su amor por la mujer en flor, joven, bella, delicada, pura, intangible
y lejana, un amor incomprensible para el hombre-hombre, pero quizá
el único para el hombre-artista-espectador, que vivió
hacia adentro y que imaginamos protegido por las paredes de su casa,
por los trajes lujosos, por las amistades aristocráticas, por
las refinadas costumbres decimonónicas y los refinados pecados.
Afirma Francisco Umbral, Me gusta tanto Proust que no entiendo
a los que leen otras novelas. Del tintero de Proust nace toda la novela
del siglo XX. De los relatos de La raza de los malditos
nace la comprensión de los siete volúmenes de La
recherche y de muchos de los principales fantasmas de la literatura
del S.XX. El siglo XX sufrió, de la tinta de Proust, una de las
primeras convulsiones que habría de sobrellevar, pero por el
contrario de lo que posteriormente habría de suceder, la que
Proust provocó fue una convulsión tan dulce como un exquisito
té aromatizado por el perfume de las rosas frescas que había
puesto en un jarrón una joven viuda a la que amar sin rozar apenas
su piel.
Si bien La recherche, en sus miles de páginas de
imágenes literarias es una de las obras que nos parecen de lectura
imposible de obviar, no lo son menos sus relatos de juventud y aquellos
que escribió en plena madurez, una selección de los cuales
están recogidos en este La raza de los malditos.
Afirma Proust en uno de sus relatos, ante la confesión del lesbianismo
de la mujer amada por supuesto, platónicamente- no
hay una jerarquía establecida entre los amores estériles
y no resulta menos moral o en todo caso, no es más inmoral-
que una mujer encuentre placer en una relación con otra mujer,
que el hecho de que un hombre pueda encontrarlo en la relación
con otro hombre. Pero quizá, el pecado en la obra de Marcel
Proust no sea sino excusa, decorado para embellecer una vida que a cualquier
sensibilidad depurada ha de resultar, por fuerza, insatisfactoria; Quizás
aquellas impresiones me permitan también la delicia de tener
un placer imaginado, un placer irreal, el único placer verdadero
de los poetas.
Más importante que el goce físico de un amor es soñarlo;
la imaginación está por encima de la realidad. Como dijo
Proust, la imaginación tiene una clara superioridad sobre
las realidades de nuestra vida, incluso las de la inteligencia, de la
pasión y del sentimiento. Pero esa superioridad es tan cierta
que es casi lo único de lo que no podemos dudar. Como afirmó
Proust no podemos ver simultáneamente las cosas con el
espíritu y los sentidos.
