Dinero, mentiras y realismo sucio
Autor: Miguel Ángel de Rus
(Narrativa, 4)
PVP: 6,36 euros- Páginas: 112
ISBN 13: 978-84-930631-3-9
ISBN 10: 84-930631-3-4
Miguel Angel de Rus logró una importante
repercusión en medio de comunicación y en los ámbitos
intelectuales con su segunda novela, Dinero, mentiras y realismo sucio.
En esta novela se narran las aventuras de un muchacho norteamericano,
culto crítico literario aburrido de leer basura y seguir siendo
pobre. Un día decide que él también puede escribir
realismo sucio y enriquecerse, y lo hace. A partir de ese momento deja
de ser un fracasado, aumenta su cuenta bancaria, se introduce en un
mundo de lujo y drogas y en el cuerpo de las modelos más deseadas;
cambian sus amigos, que pasan a ser estrellas del mundo del espectáculo,
y acaba por convertirse en un icono de la nueva Norteamérica.
La gente vive según Él aconseja, el mundo pasa a ser un
parque temático. Obtiene tanta felicidad y tanto placer que no
saber qué hacer con todo ello.
¿Qué sucederá cuando una de las mujeres que habitualmente
le usan y le tiran se enamore verdaderamente de él? ¿Comenzará
la cuesta abajo? ¿El triunfador contemporáneo es capaz
de asimilar cuanto le sucede? Diversos medios de comunicación
destacaron las sorprendentes descripciones de Nueva York llevaron a
muchos periodistas a creer que De Rus era un gran conocedor del la ciudad.
De Rus pinta Nueva York por su lado más lujoso, pero también
por el más trágico y canalla, y por ello más verdadero.
Sátira sobre las modas culturales, sobre el realismo sucio y
el poder de los medios de comunicación, es mucho más que
una obra que lleva a la risa; induce a la reflexión sobre un
modelo cultural que parece muerto.
Dinero, Mentiras y realismo sucio recibió las mejores críticas.
De este libro dijo el cineasta Manuel Gutíerrez Aragón
"Dinero, Mentiras y realismo sucio será un pequeño
o un gran clásico de la nueva literatura, pero es indudable que
será un clásico". El también cineasta Paul
Naschy valoró su capacidad crítica: "Este libro me
ha recordado por su pegada a un combate de boxeo" y el poeta y
Secretario de Estado de Cultura Luis Alberto de Cuenca dijo que era
"Deliciosamente entretenido (...) capta el interés del lector
de una manera poderosa, tiene una enorme intención moral, pero
además es tremendamente ligero. Y decir que es ligero es un elogio,
una cualidad superior".
No menos favorable fue la valoración de los medios de comunicación:
El País: "De Rus parodia la cultura norteamericana en su
cuarta novela (...) De Cuenca calificó el libro de De Rus de
deliciosamente entretenido".
Para ABC: Es un ataque a la cultura hegemónica en la actualidad,
la del imperio norteamericano, y apoyó el ABC Cultural: De Rus
se ha llevado siempre bien con la crítica (...) Se presenta como
una descarada crítica al imperialismo yanqui".
La revista Tribuna lo valoró de un modo sobresaliente "De
Rus traza un enloquecido y divertido retrato de la sociedad americana"
Y la revista Tiempo no fue menos favorable: "Esta es su cuarta
novela. Humor, atrevimiento y cierta dosis de mala leche son los materiales
de una carrera que promete"
Miguel Ángel de Rus según el
periodista José Cavero, se situó, un buen día,
en la viejísima y muy digna senda de los Juvenal -el crítico
de la Roma corrupta, vapuleador de la degradación de la moral
y las costumbres- y Quevedo, el gran satirizador, nada menos. Nuestro
de Rus, de profesión sus irreverencias, halla nuevas expresiones
de inhumanidad en unos cuantos llamados valores modernos, del tipo de
la velocidad, el liberalismo, el dinero como dios potentísimo
y la deshumanización creciente. De Rus, después de todo,
pretende también, o sobre todo, ser un profeta de los de antes,
aquellos que se mesaban los cabellos -y de ahí que se los deje
largos, largos y mesables-. Es un tanto iluminado, este de Rus, que
denuncia y fustiga el que haya un peculiar y variable criterio moral
para los poderosos y quienes les rodean y otro distinto, mucho más
estricto, para el pueblo llano y liso. Nuestro de Rus, saldría
con gusto con látigo al templo de los mercachifles, o se pondría
en una esquina, y hasta en lo alto de una columna, en pleno desierto,
a vociferar los males que nos aguardan si nuestro corazón sigue
endureciéndose. ¿Ven como tiene algo de profeta airado,
enfadadísimo, de profeta lanzallamas, desgreñado y enfadado
con la ducha, este elegantísimo dandy?
Los libros de Miguel Ángel de Rus han tenido las mejores críticas.
Sobre Putas de fin de siglo afirmó Luis Gª Berlanga
Me ha parecido espléndido, es un libro que se lee con frenesí.
Manuel Gutíerrez Aragón definió Dinero, mentiras
y realismo sucio como una obra que será un pequeño
o gran clásico de la nueva narrativa, pero es indudable que será
un clásico.