"Europa mon amour"
Ramón de España
(Colección Incontinentes, 6)
12 Euros- 124 páginas ISBN: 978-84-96115-02-X
Ramón de España ha publicado
en la Colección Incontinentes de Ediciones Irreverentes su libro
Europa mon amour. Cómo despreciar a los europeos,
su obra más divertida y cáustica.
Si usted es de los que creen que los franceses son antipáticos,
los alemanes, zoquetes; los italianos, cursis; los holandeses, fofos;
los belgas, tontos; los luxemburgueses, inexistentes; los daneses, unos
amargados; los ingleses, unos pervertidos; los irlandeses, unos borrachos;
los griegos, unos guarros, y los portugueses, unos muermos, este es
su libro.
¡Ya está bien de sentirnos inferiores a los europeos! Tenía
que ser Ramón de España el autor que mostrara cómo
los españoles podemos ir con la cabeza bien alta por la Unión
Europea de los doce (¿o tal vez de los quince, o de los veinticinco?),
sin complejos, usando el método de Salvador Dalí, consistente
en plantificar en la cabeza del oponente una caca de tamaño razonable.
Pasando de las personas a las naciones, el ejemplo daliniano puede resultarnos
de gran utilidad a los españoles, ya que es imposible encontrar
en el mundo un pueblo con más complejos que el nuestro. A fin
de cuentas, ¿de qué demonios están tan orgullosos
los europeos? ¿En qué se basa un francés, un inglés
o un alemán para contemplarnos y arquear fatalistamente una ceja
mientras piensa que no tenemos arreglo? ¿Y ellos, acaso tienen
ellos arreglo? Los franceses piensan que los alemanes son unos bestias,
los alemanes consideran a los italianos unos cobardes, los italianos
creen que todas las nórdicas son unas zorras, los nórdicos
creen que los portugueses comen con las manos y los portugueses están
convencidos de que los ingleses son unos seres fríos y sin sentimientos.
Como afirma Ramón de España: Una vez leído
el texto que antecede, mis simpáticos lectores ya pueden deambular
por Europa con la cabeza bien alta y escupiendo a diestro y siniestro.
Estas verdades tenían que decirse: era un trabajo sucio, pero
alguien tenía que hacerlo. Lamentablemente, esta muestra de valor
y sinceridad me va a impedir acercarme por los países de la CEE
hasta que escampe la polvareda que va a levantar este contundente libelo.
La verdad es que tampoco se me ha perdido nada en tan cochambrosos lugares.
Estos ataques a nuestros vecinos europeos no significan que Ramón
de España piense que vivimos en el mejor de los países:
Habrá observado el lector que el único país
de la CEE que no es vilipendiado en esta obra capital es el nuestro,
España. Ello se debe a dos motivos:
1. Se trataba de insultar a los demás.
2. España merece un correctivo, pero éste debe serle aplicado
en profundidad y con la extensión adecuada, que va más
allá de las diez o quince páginas que cada país
ocupa en el libro.
Ramón de España, el más ácido y divertido
de los escritores vivos, es columnista de El Jueves y autor de libros
como "La vida mata" también en Ediciones Irreverentes,
"Nadie es inocente", "España, mon amour"
o "La casa del dolor". Suyo es el ensayo humorístico
"El odio, fuente de vida y motor del mundo".